Feino Fain y la hija del muertoNo eres la primera persona que me lo recrimina, pero yo como iba a saberlo! Yo como iba a saber que Manuel era en realidad el padre de esa chica. Vivimos en el mismo edificio, que fueron? Seis años? Sí, seis años viviendo con Manuel Maier, yendo a Uruguay a buscar mujeres o a la playa a tomar una cerveza. Era un buen amigo, como yo no tengo mucho dinero me pagaba los tragos. Me decía que era la época mas libre de su vida. Pero yo sabía que algo le afectaba al ver que, al decir esa frase de la libertad, terminaba haciendo una mueca que revelaba un recuerdo tortuoso.
La debió haber llamado y toda ésta tragedia se habría evitado, al menos la parte que tiene que ver con Emma porque cuando te llega la muerte te llega y a Manuel le llegó.
Si hubiera sabido que Emma era su hija le hubiera escrito de otra forma, con más condolencia, con más detalle quizá. De hecho hice varios intentos antes de mandar la carta, por eso estaba borroneada. Recuerdo que unos dos días antes de morir me dijo Manuel,,,, bueno, en realidad no me lo dijo a mi, mas bien estaba hablando solo y yo era un oído colateral sin importancia,,,, el caso es que dijo que había tomado una decisión importante y que el 2 de febrero iría a Buenos Aires. Yo estaba tan borracho como él, así que no pregunte de que se trataba y sólo recordé esas palabras cuando murió y una vez más cuando me llegó una carta de la misma mujer a la que le había escrito la mala noticia unos meses atrás, cuando me llegó la carta de Emma Zunz en blanco. Una hoja borroneada y con lágrimas. Sólo era un papel, un papel vacío.....
Eventos provocados por mi carta??? Mi carta!! Ahora resulta que fue mi carta la causante de todo. Aceptaría que fue un detonador, la última gota quizá, pero no la causa. La puta causa! No mames, la causa fue que no me escribiera antes esta vieja, antes de hacer lo que hizo; la causa fue que el pinche Emanuel no le haya dicho la verdad desde un principio. Pero ahora entiendo que era imposible que una persona como él - una persona que llama a su única hija con las primeras letras de su propio nombre y que cuando huye es precisamente esa parte de su nombre la que cambia– pudiera decirle la verdad. No podría ver a su hija de nuevo a los ojos, ver su decepción. Prefirió no volverla a ver jamás a aceptar que había sido él quien había cometido el desfalco del cajero y no el avaro Lowenthal. Que las acusaciones fueron ciertas. Que el dinero que gastaba conmigo en cervezas y mujeres no eran de su pensión o su retiro. ---- Crees que no me enteré de todo? Conozco la historia! después de “leer” la carta vacía viaje a Buenos Aires con el dinero que me dejaste. No se lo podías deja a ella, verdad? como lo ibas a justificar? Sí cabrón, me puse a investigar, fui a la casa de tu hija, la seguí a la fábrica y ahí comprendí lo que había pasado. Supe que Lowenthal estaba muerto. Leí el periódico amarillista que narraba los sucesos de aquella noche, vi la fotografía de Emma junto al cadáver, lo entendí todo...... ahhh pinche Manuel, si hubieras decidido antes ir a verla.....
Pobre chica..... pobre Emma.
Si supiera que fumigaron la casa,,, que por descuido dejaron veneno en una mesa,,,, que por borracho y pendejo tomaste el veneno pensando que era tu cerveza,,,, que no fue un suicido.... pobre Emma Zunz,... pobre hija del muerto.
